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Los 50 quiere volver a ser

El club de La Rural armó un proyecto para buscar una mejor calidad de jugadores y así regresar a los primeros planos del rugby regional

De pelear por ingresar a las semifinales del Regional Pampeano A, Los 50 pasó en los últimos tiempos a competir en categorías inferiores, como consecuencia de malos rendimientos y de un importante recambio generacional, que incluyó el retiro o la ausencia de varios de sus principales referentes. Atentos a esto, y con el objetivo de volver a los primeros planos en el mediano plazo, entrenadores y dirigentes del club se propusieron un proyecto que abarca todas las categorías del club y que apunta a un progreso integral que, esperan, derive en un futuro mucho mejor. Oscar Ferrari, capitán general del club y entrenador de la primera división, aparece como la cara visible de esta iniciativa que comenzó a implementarse hacer un tiempo y que, de acuerdo a su visión, empieza a dar sus primeros frutos:

“Hace dos años, con un grupo de entrenadores y gente de la subcomisión de rugby comenzamos con un plan estratégico a cuatro años con distintas metas y objetivos. Una de las primeras cosas que implementamos fue una especie de decálogo del jugador de Los 50. Hay 10 pautas que van describiendo lo que un jugador nuestro debe tener, como respeto, solidaridad, comportamiento en el club y otras virtudes que consideramos fundamentales. Las hicimos visibles con carteles que están en diferentes partes del club y es uno de los elementos con los que queremos general una filosofía más fuerte, una identificación con el club. Esa es solo una de las patas del proyecto, que también incluye tener más cantidad de jugadores y un plan de capacitación de entrenadores”.

-¿Cómo están llevando adelante esa capacitación?

-En esa búsqueda de mejorar el juego hicimos un convenio con La Plata Rugby. Mario Barandiarán, que es un hombre de ese club y que integró el cuerpo técnico de Marcelo Loffreda en Los Pumas que terminaron terceros en el Mundial 2007, vino en varias oportunidades para volcar sus conocimientos, y a través de él tenemos hoy a Luciano Silvera, otro ex jugador de La Plata que es especialista en destrezas individuales y viene una vez por mes para capacitar a nuestros entrenadores. Esto es parte del plan estratégico que busca que los conocimientos que reciben los entrenadores hoy puedan ser volcados en un futuro en nuestros jugadores.

-¿Están notando una mejoría desde que sumaron a estos colaboradores?

-Ya estamos notando una mejoría en las destrezas individuales, que es palpable, aunque lo nuestro apunta al mediano y largo plazo. Silvera no trabaja con los jugadores, sino que tiene contacto con los entrenadores de infantiles, juveniles y plantel superior para capacitarlos.

Estamos aprendiendo a enseñar más rápido y mejor. Necesitábamos esto para dar un salto de calidad en cuanto a conocimiento del juego, y eso tratamos de lograrlo capacitando a los entrenadores. Los mismos chicos exigen hoy que el entrenador esté capacitado, porque tienen mucha información y necesitan respaldarla, aunque hoy en día hay mucha información y poco conocimiento.

-¿Cómo se manejan con las divisiones infantiles?

-Empezamos a entrenar más veces con las infantiles. Cada año agregamos una división que tiene dos estímulos semanales, es decir que le agregamos un día más a los entrenamientos de los sábados.

Antes solo la tenía la M14, pero ya se sumaron la M13 y M12 y este año se agrega la M11. Así los chicos están más metidos, más compenetrados con el club, no se tientan tanto con otros deportes.

Muchos ex jugadores están trayendo a sus hijos y además se suman como entrenadores. El 90 % son amateurs y solo hay algunos rentados para las categorías más bajas, que requieren más pedagogía que técnica. Esperamos este año llegar a 230 jugadores infantiles y seguir creciendo en el número para tener una buena base de juveniles.

-¿Tienen problemas de deserción de jugadores?

-Históricamente tenemos problemas con el número de jugadores en la transición de M14 a M15, porque dejan el rugby infantil para pasar a competir y a viajar cada fin de semana, y también en la M19, porque es una etapa difícil para los chicos, ya sea porque se van a estudiar afuera o por las actividades extra que les surgen en el último año de secundario o en el inicio de la Universidad. Por eso estamos trabajando para evitar la deserción. Hay muchos chicos jugando en clubes de Buenos Aires, que se insertan muy rápido, lo que nos hace pensar que el trabajo de formación es bueno, aunque lo disfruten otros.

-¿Creen que están preparados en cuanto a infraestructura para recibir más jugadores?

-Tenemos la infraestructura necesaria. Recuperamos el predio en el que antes teníamos la cancha 2, y ahí vamos a hacer dos canchas de diferentes tamaños para entrenamiento, y además tenemos la nueva cancha sobre terrenos que nos cedió la Rural. Además, con el esfuerzo de algunos padres, que donaron los materiales y los aparatos, armamos el gimnasio en el campo de deportes, lo que nos permite hacer la parte física y después ir a la cancha. La preparación física es algo que también logramos mejorar mucho con la llegada de Pedro Sosa, que coordina todo ese aspecto en juveniles, y con Claudio Orbaiceta en el plantel superior.

-¿Qué otras actividades llevan a cabo con este nuevo proyecto?

-Incluimos cosas que no tienen que ver tanto con el juego. Tratamos temas de seguridad vial y el de las adicciones, que creemos es algo totalmente actual y en lo que no tenemos que hacernos los distraídos ni descuidarnos. El tema del alcohol y las drogas está instalado y hay que prevenirlo. El deporte en general y en especial el rugby se esfuerzan por mantener alejados todos esos flagelos y hay que afrontar ese problema. Uno de los encuentros fue con el pastor Olesen, que nos dio una charla muy rica, que los chicos valoraron mucho.

-¿Cómo evalúan la pérdida de nivel del plantel superior en los últimos años?

-Tuvimos un recambio muy importante en el plantel superior. Hubo jugadores muy valiosos que actuaron 10 años en primera y más allá de su gran aporte eso tuvo un lado negativo porque los jóvenes que subían no encontraban su lugar y en muchos casos fueron abandonando el juego. A lo mejor, en ese momento mandaban los resultados y tal vez faltó una planificación del club al respecto. Hubo un equipo que duró mucho tiempo sin grandes cambios, que logró resultados importantes, pero se perdieron algunas camadas por no encontrar su espacio.

-¿Qué medidas tomaron para revertir esto?

-En estos últimos tiempos tratamos de remontar esa situación y planificar para que no nos vuelva a pasar. Tenemos un programa bien armado, para ver las necesidades del plantel superior ya desde juveniles y a partir de eso ir formando los jugadores que hacen falta en cada puesto. En ese marco implementamos darle prioridad al jugador que entrena, algo que debería ser normal pero no lo es, porque durante mucho tiempo tenía prioridad el mejor dotado técnicamente por sobre el que más se esforzaba. Eso, en el corto plazo te puede servir, pero a lo largo del tiempo es perjudicial.

Hace dos años que lo estamos haciendo. Empezamos en el Regional B, el año pasado perdimos la final del Regional C y creemos que ese fue nuestro piso. No tenemos dudas que es el mejor camino posible. Hace un tiempo hicimos unas jornadas de coaching en San Fernando, y ahí tuvimos charlas con un entrenador de destrezas mentales. Nos dijo que tomar la decisión de darle prioridad a los que entrenan por sobre los mejores jugadores era difícil y nos preguntaba si nosotros como club estábamos dispuestos a hacerlo, a aguantar los malos resultados, las críticas. Nos decidimos, avalados por la subcomisión de rugby, y estamos en ese proceso que creemos nos va a beneficiar mucho y que ya está dando sus frutos. Estamos de vuelta en el Regional B, arrancamos jugando muy bien y apostamos a seguir creciendo.

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